Síntesis del Partido
Defensores de Belgrano (1): Nelson Schomberger; Mauricio Ferrari, Rubén Chávez, Alan Hayes y David Sadauskas; Facundo Górriz, Nicolás Bianco, Vicente Principiano y Fernando Torrent; Franco Olego y Germán Pietrobón. DT: Gabriel Gómez y Héctor Storti.
Estudiantes (0): José Mancinelli; Mariano Passero, Miguel Carrizo, Juan Palandri y Álvaro Rodríguez; Andrés Aimar, Esteban García, Maximiliano Gómez y Guillermo Puñet; Guillermo Tambussi y Nicolás Gatto. DT: Jorge Grassi.
Gol: en el primer tiempo, 8’ Franco Olego (D),
Cambios: en el primer tiempo, 37’ Juan Ceballos por Chávez (D); 38’ Martín Dopazo por Rodríguez (E); en el segundo tiempo, 11’ Sebastián Pérez por Passero (E), 25’ Fabián Castillo por Gatto (E), 37’ Fernando Luna por Torrent (D), 41’ Iván Giorgetti por Pietrobón (D).
Incidencia: en el segundo tiempo, 13’ Gatto (E) erró un penal
Árbitro: Carlos Córdoba (Santa Fe). Estadio: Miguel Morales de Pergamino (local Defensores)
Comentario del partido del sitio http://www.pergaminofutbol.com.ar
Por Santiago Menichelli (Interior Futbolero)
A los 5 minutos de comenzado el partido, un foul cerca del área contra el veloz Olego hizo que Bianco terminara rematando por encima del arco defendido por Mancinelli. Ese fue el primer aviso de que el partido no sería nada sencillo para los cordobeses. Tal fue así que, cuando comentábamos que Estudiantes aún no lograba hacer pie en el terreno de juego, Olego recibió de Gorri un gran balón y definió abajo al palo izquierdo del experimentado arquero “Celeste”. El gol irrumpía en la fría tarde pergaminense, y provocaría alguna respuesta de los de Río Cuarto.
Fue Andrés Aimar quien tomó la posta, intentando asistir a Nicolás Gatto para poder batir a un Schomberger que demostró ser seguro bajo los tres palos, aunque tuvo algunas dudas a la hora de salir. Sin embargo, el orden defensivo de los de San Nicolás impedía cualquier gestación ofensiva cordobesa. En tanto, de mitad de cancha hacia adelante y en la creación de peligro, la tarea fue cumplida con excelencia por Vicente Principiano, que se vistió de titiritero y fue manejando los hilos de su equipo en ataque, dejando muchas veces a los visitantes como verdaderas marionetas.
Con pocas certezas en su última línea, Estudiantes trató de hacer pie para ir en búsqueda del empate. Con ganas, pero con pocas ideas, fue adelantándose en el terreno y tomando la posesión de la pelota. El amor propio le facilitó alguna chance, como la que Guillermo Puñet no aprovechó tras una incertidumbre que se le presentó a Schomberger.
En el minuto 37 la dupla Gómez- Sorti mandó a la cancha al joven Juan Ceballos, teniendo en cuenta que Rubén Chávez debió salir por lesión en la línea de zagueros “Granate”. Aunque la lógica hubiera indicado que eso implicaría una complicación para los locales, la suerte parece haberles hecho un favor. Es que Ceballos, con su garra y sus rápidos embates, lastimó mucho a Estudiantes. El chiquito se coló varias veces entre los defensores de buen físico del equipo del Argentino “A”, y además trabajó muy bien en la faceta de defensa. En tanto, Grassi decidió el ingreso de Martín Dopazo , mandando al “3”, Álvaro Rodriguez, al banco.
Antes del final Dopazo llegó al fondo y cedió para Gatto, que se perdió un claro cabezazo, tirándolo por encima del travesaño. Después, el “Nane” Aimar también probaría y su disparo correría la misma suerte.
El receso pareció haberle venido mejor al conjunto de Defensores, que otra vez controló el balón aprovechando el tridente que conformaban en el mediocampo Bianco, Ceballos y Principiano. Con el correr de los minutos, la figura de este último, el enganche, se fue agigantando. Sin hacer el desgaste físico de un juvenil, pero aún así realizando un gran esfuerzo, el ex Racing de Avellaneda se encargó de herir a los “Celestes” con su calidad y el poder que le brindaba el control de los tiempos del partido.
A pesar del gran sacrificio y el empeño local, existió un momento en el cual parecía que el castillo de cristal se derrumbaba. Fue precisamente cuando Aimar encontró un hueco en la defensa local, único momento en que falló a lo largo de todo el partido, y conectó a Tambussi, quien eludió a Schomberger y, cuando se aprestaba a definir, fue frenado por el mismo arquero. Penal. Gattó tomó el balón y, aunque se notaba el gran afán que tenía por convertir el gol, terminó errándolo.
Todo cambió después del penal malogrado. Defensores, casi de manera automática, pareció cambiar su táctica por una que le permitió cerrar el partido. Se tiró un poco más atrás y, con vigor, defendió cada pelota del “León”. No fue capaz de lastimarlo de contra, al igual que los cordobeses no supieron cómo entrarle a los dirigidos por la dupla técnica de Ramallo.
Ahora Estudiantes deberá ganar por un gol para aprovechar esa ventaja deportiva que se le otorga a los equipos de la categoría inmediatamente superior, y de esa manera poder seguir en la categoría. Seguramente deberá encontrar una estrategia que le permita abrir una defensa que mostró ser lo suficientemente sólida como para impedirle a dos delanteros de peso, como Tambussi y Gatto, marcar el gol que hubiese llevado mucha tranquilidad de cara a la revancha en Río Cuarto.
Mientras tanto, los que están más que satisfechos son los de San Nicolás que ruegan por que el partido de ayer haya sido el Principiano del fin de Estudiantes en el Argentino.