jueves, 27 de marzo de 2014

LOS MERECIMIENTOS A VECES NO ALCANZAN






Estudiantes 1 Camioneros 2
Y el sabor que queda es de bronca. Por haberlo ido a buscar todo el partido, hacer méritos y perderlo a instantes del final. Estudiantes fue generoso con el espectáculo, se brindó por su camiseta pero se quedó con las manos vacías.
La generosidad del celeste tiene que ver con ese atacar constantemente. Por los costados o el medio, buscando el hueco para ponerse en situación de gol. Por desgracia el mal de este Estudiantes es la poca efectividad en relación a todo lo que genera, sin embargo la insistencia siempre lo ubica en dominador imponiendo su presencia ante la defensa rival. Pasando rápido el medio, ante la poca presión de los volantes de Camioneros, Gigena era siempre una referencia para los mediocampistas celestes. El delantero pivoteaba bien, aguantaba la pelota y cuando no generaba el mismo la jugada de peligro descargaba para la llegada de sus compañeros. Camioneros también atacaba. Cuando recuperaba desde el fondo intentaba darle velocidad a los avances y en las jugadas de pelota parada (desde donde fuesen) metía mucha gente en el área celeste. Así consiguió abrir el marcador. Minuto 18, ejecución de una falta pasando el medio campo y aparición por detrás de Machado (para algunos en posición adelantada) para definir de cabeza. Estudiantes sintió el golpe y salió con decisión a buscar el empate. En algunos momentos equivocó el camino apurándose demasiado. Cuando hizo circular con criterio la pelota Dopazo la recibió en el área y con un tiro cruzado, a los 30 minutos, puso el 1 a 1. Hasta el final de la etapa el ritmo no decayó, ambos siguieron desplegándose en ataque y los arqueros tuvieron buenas intervenciones, Peralta sacando un cabezazo y Villalba rechazando un violento tiro libre ejecutado por Gigena.
En el complemento la insistencia de Estudiantes fue mayor. Camioneros por momentos se replegó y se paró definitivamente para contragolpear. En uno de esos ataques relámpagos, a los 6’, Peralta se volvió a lucir desviando un tiro de Nazar. En Estudiantes el arma principal en ofensiva era la obstinación de Gigena para tomar cualquier pelota que anduviese rondando el área y transformarla en jugada de gol. A los 15’ la recupera sobre la línea de fondo y saca un fuerte remate que es tapado por Villalba en el primer palo, luego, a los 24’ el arquero llega un segundo antes que él para taparle un mano a mano y a los 41’ saca un disparo cruzado que se va junto al poste. Los cambios que últimamente venían revitalizando los segundos tiempos del equipo de Dillon esta vez no fueron determinantes. En lugar de hacer correr la pelota con paciencia se aferró a la opción de los desbordes y centros que resultaron presa fácil de la defensa rival. A los 44’ lo que se intuía como una victoria se transfiguró en derrota. La pierde en ataque J. Flordelmundo, contra que no pueden neutralizar Jaime y Rivera, centro y Allende que aparece en soledad por el segundo palo, se eleva y con un certero cabezazo convierte el 1 – 2. Los minutos finales fueron de desesperación, de tirar trompadas al aire buscando explicaciones a lo inexplicable.
Síntesis del partido:
Estudiantes (1):
Peralta, Gómez, Foglia, Jaime, Rivera (C), Garraza (Formigo), Quiroga, Pérez, Lucero (J. Flordelmundo), Dopazo (Colazo), Gigena. DT: Ricardo Dillon. Suplentes: Remedi, Giuffré, Barreto, Aranda.
Camioneros (2): Villalba, Machado, Lozano, De Jesus, Pena (Allende), Jérez, González, Molina, Medina, Herrera (Berra), Nazar (C). DT: Hugo Smaldone. Suplentes: Burrai, Lenciza, Portillo, Smaldone, Fisher.
Goles: Machado (pt 18’), Dopazo (pt 30’), Allende (st 44’).
Arbitro: Nahuel Viñas (Alcorta). Estadio Ciudad de Río Cuarto.