La chilena que hizo olvidar la goleada
Hubo una época en que las fechas patrias se
festejaban con partidos amistosos ante los equipos grandes de AFA. El feriado
nacional no se cambiaba de día y religiosamente en cada conmemoración nos
visitaba un equipo de primera.
El 17 de agosto de 1966 le tocó el turno a
San Lorenzo de Almagro. Estudiantes, dirigido por Llamil Simes, marchaba
puntero en la Liga y en la fecha previa había derrotado a Riveros. San Lorenzo
venía de perder ante Newell’s.
Los primeros tiempos de esos partidos eran
memorables. Los locales se la jugaban con todo y se desarrollaba un gran
espectáculo. En el segundo tiempo se bajaba un poco la guardia por la
diferencia física y el equipo de AFA aprovechaba su poderío.
San Lorenzo traía un equipazo con Buttice,
Varacka, Albrecht, Rendo, Telch, el bambino Veira y Fischer. Fue precisamente
el Lobo quien abrió el marcador a los 27 minutos del primer tiempo. Cuatro
minutos después Telch puso el 2 a 0, y a los 35’ llegó el descuento de
Estudiantes por intermedio de su goleador Francisco Percello.
Avanza Estudiantes, centro al área de San Lorenzo, Percello baja el balón con el pecho, éste da un pique en el piso, él la levanta y con una chilena desde el punto del penal, y con tres defensores a sus espaldas (Varacka, Albrecht y Calics que venían de jugar el Mundial de Inglaterra 1966), vence la resistencia de Buttice. Sin lugar a dudas y por donde se lo mire, un golazo.
Avanza Estudiantes, centro al área de San Lorenzo, Percello baja el balón con el pecho, éste da un pique en el piso, él la levanta y con una chilena desde el punto del penal, y con tres defensores a sus espaldas (Varacka, Albrecht y Calics que venían de jugar el Mundial de Inglaterra 1966), vence la resistencia de Buttice. Sin lugar a dudas y por donde se lo mire, un golazo.
El partido terminó en derrota 8 a 1 pero
eso fue solamente un detalle estadístico para los libros de historia. Lo que la
gente no olvidó jamás y dejó sellado en sus recuerdos futbolísticos fue la
tremenda chilena de Percello.
