El comienzo del duelo
Tercera fecha de la Liga de 1966. Estudiantes venía goleando (8 a 1 en la primera fecha y 5 a 2 en la segunda) pero el público esperaba más. Percello pese a llevar marcados 6 goles todavía era resistido. El clásico en cancha de Atenas era el partido especial para redimirse y consagrarse a su público.
El 9 celeste traía sobre su espalda la expectativa general que implicó su contratación. En la defensa alba lo esperaba Liborio Sosa, baluarte del fútbol local.
El partido iba derecho al cero a cero. Liborio anticipaba a Percello y lo dominaba. Hasta que a los 22’ del segundo tiempo, en una cortada al centro, Percello gana en velocidad a Liborio y convierte el gol del triunfo.
Para algunos cuando Liborio quiso rechazar de chilena se confió demasiado, para otros Percello lo empujó.
Lo cierto es que Estudiantes ganó, la polémica se instaló y esa tarde de mayo de 1966 nació uno de los mitos de nuestro fútbol. Una leyenda que sólo vivió y perduró en el imaginario popular ya que el enfrentamiento entre ambas figuras jamás existió y siempre que se cruzaron en una cancha (oficialmente en 11 ocasiones) se comportaron como 2 caballeros del deporte.