Después de algunos años en el exterior, como tantos futbolistas
argentinos desperdigados por el mundo, el villamariense Germán Rivera se
prepara para volver a palpitar el fútbol argentino, con todo lo que eso
significa para un joven de 28 años que lleva casi la mitad de su vida
jugando lejos de su terruño.
Pero el regreso de Germán no será cualquiera. Quien lo eligió para
tenerlo fue Estudiantes de Río Cuarto, el rival más fuerte que tendrá
Alumni en el Torneo Argentino B, en esa lucha por clasificar y exhibir
quién se viste mejor de candidato.
No es nuevo que esto suceda. Los destinos de los futbolistas están
escritos de diferentes maneras. Y en el caso de Germán, como en millones
de casos, cualquier equipo que lo tenga muy en cuenta será su mejor
lugar en el mundo.
Rosario, Bucarest (Rumania), Lima (Perú) y Roma (Italia) son algunas de
las ciudades que cobijaron a este joven futbolista que desafió la
pasión de la familia: su recordado abuelo Alcides y su papá Ricardo
siempre estuvieron ligados al boxeo.
Ahora es el turno de Río Cuarto, donde el villamariense se siente muy a
gusto, de tal forma que hasta suele hacerse un tiempo para visitar a su
familia en la ciudad, como lo hará este fin de semana previo al inicio
del certamen nacional.
¿Por qué Estudiantes de Río Cuarto, Germán?
“Más que nada, hacía cuatro años que no jugaba. Estaba en Italia,
llegué al país y tenía para volver. Me llegaron propuestas del Argentino
A y el Argentino B, algunas cosas de Perú… Pero me llamó el técnico y
el presidente de Estudiantes y lo que me propusieron me gustó mucho
porque me hablaron de ascender, con muchas ganas. Además, a los
jugadores que iban a traer, yo conocía a la mayoría, me di cuenta que
había un buen nivel y opté por quedarme”.
Un cambio rotundo, viniendo desde Italia, ¿Era lo que buscabas?
“Sí, en Italia estaba en la Serie D, pero necesitaba volver a sentir el
fútbol argentino. Además, van cuatro amistosos y noto que es otro
nivel, por muchos aspectos, por cómo los hinchas te hacen sentir el
fútbol. Allá hay cuatro empresarios de traje que van a ver el partido y
nada más. Nada que ver”.
¿Extrañabas sentir el fútbol argentino?
“Sí, extrañaba meterme en Internet, ver cómo están armando los otros
equipos, los jugadores que están tratando. Allá entrás y ni sabés con
quién jugás”.
“Acá noto que el Argentino B tiene un nivel muy grande. Si bien ahora
venimos de jugar un amistoso contra Instituto, lo hicimos con Juniors,
Las Palmas y la verdad que me sorprendió, pensé que iba a estar mucho
más bajo el nivel. Hay jugadores que estuvieron más arriba y, sin
embargo, juegan este torneo. Me gusta”.
¿Cómo estás físicamente después de aquella operación?
“Bien. En 2011 me tuve que operar la rodilla y me fui a Italia como para arrancar el ritmo.
Estuve cinco meses para y cuando el doctor me dio el alta para jugar,
moví los contactos porque no todos me iban a dejar firmar. Ese
presidente de Italia me quiere mucho, ganamos cosas allá y me dijo
venite que te banco”.
Y luego apareció Estudiantes… ¿Cómo ves al equipo?
“Para mí tenemos un plantel muy rico, con jugadores que tienen otro
nivel, que pueden estar tranquilamente más arriba. Hernán Peirone
(ex-San Lorenzo), Martín Dopazo (ex-Alumni), Andrés Aimar (ex- Belgrano y
Estudiantes de La Plata) son buenos jugadores y hay varios que
tranquilamente pueden estar más arriba. Por eso digo que, en la primera
impresión, hay jugadores de otra categoría y esperamos estar a la
altura”.
Rival de casa
¿Será extraño jugar contra Alumni en Villa María?
“Lo que pasa que me fui de Villa María a los 13 años, de chico.
Después, cuando estuve en la ciudad este año, estuve tres meses buscando
club y tampoco Alumni se interesó ni me llamó. Me vine acá porque fue
el único que se interesó como uno pretendía”.
Pero jugar en Villa María, no lo hacés desde las inferiores…
“Sí, es verdad. Antes de irme a Newell’s jugué en cancha grande, en Argentino, Española… Anduve en varios clubes”.
“Es hermoso tener que ir a jugar a Villa María, por tener en la misma ronda un club de la ciudad donde nací”.
¿Venís jugando de central siempre?
“En los cuatro amistosos jugué de central. El técnico, cuando me llamó
por primera vez, me quería de lateral izquierdo porque vio los videos,
aunque yo le había dicho que podía jugar de central. Después le gustó
más cómo juego de central y así arrancamos los amistosos”.
¿Se siente la expectativa de un club que va a apostar fuerte en la temporada?
“Sí. Desde la primera charla, me dijeron ‘te llamamos y te ofrecemos lo
que te ofrecemos, queremos ascender’. Trajeron doce refuerzos de
nombre, de buen pago, y como hace poco el club cumplió 100 años y el
presidente es fanático de Estudiantes, quieren ascender”.
“No nos falta nada, acá las instalaciones que tiene son óptimas, son para otra categoría, me sorprendió”.
“Acá hace dos o tres años que el club no puede volver al Argentino A,
pero la gente por la calle, en las notas, en los amistosos, en la
cancha, está entusiasmada. Ojalá que podamos lograr el objetivo porque
me pasó en Talleres (B Nacional) una vez que trajeron jugadores de
nombre como para ascender y después empezó el campeonato y no se ganó.
Ahí te preguntás un montón de cosas. Pero todo depende de lo colectivo y
hasta ahora se ve que tenemos un buen grupo”.
¿Te quedó todavía esa espina de no poder mantenerte en el fútbol grande?
“Lo que pasa que cuando volví a Newell’s, desde Talleres, el club fue
un desastre porque llegó Caruso (Lombardi) con 40 refuerzos y no tuvo en
cuenta a los que estábamos.
“Cuando me fui a Rumania bajé de categoría y después, estando allá, me
llamó Guillermo Rivarola para ir a Sporting Cristal. Ahí sí tuve un año
en primera división de Perú y, si bien uno piensa que es un fútbol
diferente, primera es primera en cualquier parte del mundo. Después tuve
la desgracia de la lesión en la rodilla, me rompí los cruzados y tuve
que esperar de nuevo. Es como si te bajaran de un puñetazo”.
¿Qué sabés de los rivales en la zona del Argentino B?
“Se dice que, entre los rivales, Alumni es lo más fuerte que tenemos en
el grupo porque también se armó bastante bien, pero acá el primer
partido ya será duro para nosotros. Iremos de local contra Alianza de
Coronel Moldes, un clásico rival de acá, que también tiene buenos
jugadores”.
“Lo importante que Estudiantes trajo 13 refuerzos, pero cualquiera de los 23 ó 25 del plantel puede ser titular. Eso es bueno”.
Nota extraida de El diario del centro del país (www.eldiariocba.com.ar)