Cuando Antonio Rattín asumió la dirección técnica de Estudiantes en 1976 fue toda una revolución en el ambiente futbolístico local y provincial. Uno de los refuerzos que incorporó para jugar la Liga Regional fue Pedro Algarbe, delantero de Huracán de Córdoba y figura por esos años de la Liga capitalina.
Cuando Rattín lo fue a buscar avisó: “voy a traer un jugador que de tiro libre asegura un gol por partido”. Cuando el Rata llegó a Córdoba, el “Pino” Algarbe dudaba en venir y dejar su trabajo. "No se preocupe, desde hoy usted trabaja de jugador de fútbol en Estudiantes", le respondió el famoso DT.
Su debut con la celeste fue todo un acontecimiento y el periodista Víctor Brizuela llegó a la ciudad a cubrir ese partido.
Algarbe cumplió una actuación acorde a lo esperado y aunque no convirtió tantos goles (en total hizo 7) su actuación fue satisfactoria.
Para la fase final de la Liga el delantero no llegaba en su mejor forma física aquejado por una lesión, por lo que Rattin lo tenía entre algodones y él mismo lo cuidaba. Estudiantes debía enfrentar a Atenas de visitante, el 16 de noviembre de 1976, en un trascendental partido para mantenerse en lo alto de la tabla y obtener el título. Algarbe, lesionado, apenas podía caminar, pero Rattín, viejo zorro, ideó un plan para sacarle el mayor rédito a sus cualidades como pateador. La función de los habilidosos de Estudiantes era generar un foul cerca del área, para que Algarbe cumpliera con hacer un gol de tiro libre y pedir luego el cambio. Aunque parezca increíble esto sucedió. A los 32 minutos del primer tiempo, tiro libre para Estudiantes, hermosa ejecución de Pedro Algarbe, golazo y Robles que ingresa en su reemplazo. El partido terminó 3 a 0 a favor del celeste que fue el campeón esa temporada.
Pedro Algarbe retornó a Córdoba una vez que finalizó el torneo, y se retiró del fútbol a mediados de los 80.