Estudiantes 3 El Linqueño 4
Cómo explicar ciertas cosas. La efectividad
de El Linqueño es indudable, la demuestra el resultado. Pero también es cierto
que Estudiantes le entregó muchas ventajas para que la visita desarrolle su
juego ofensivo. Lo de Estudiantes hacia adelantes no fue malo. Marcó 3 goles,
creó varias situaciones más y en la mayoría del partido manejó bien la pelota.
Pero perdió y la diferencia radicaría en que a El Linqueño se le hizo muy fácil
todo mientras que Estudiantes debió batallar mucho para llegar al gol. La frase
del título no me pertenece, si a Domizzi que la usó al final del partido y
sirve para englobar lo sucedido. Aunque también las virtudes sirven para
remediarlos. Hoy no.
Estudiantes intentó ser protagonista de
arranque. Las salidas de Zapico por su lateral y el manejo de Lolo López
llevaban al celeste hacia adelante. La visita no era un mero espectador pero
tampoco apretaba mucho. Solamente molestaba la salida celeste cuando se hacia
correr la bola por la línea defensiva. Un par de veces la fueron a buscar hasta
que la encontraron. Falló Reartes y Tallarico puso el 1 a 0. Poco cambió en el
trámite del juego el gol, Estudiantes siguió con el control de la pelota y El Linqueño
a la espera. Para intentar romper el esquema defensivo visitante Zalazar se
tiraba abajo y participaba del circuito futbolístico que creaban López y Pérez,
sin embargo se complicaba llegar con peligro. A los 38’ Estudiantes empató:
tiro libre de Aimar desde la izquierda y tremendo anticipo de Puñet de cabeza.
El 1 a 1 era un resultado justo pero el fondo celeste nuevamente se equivocó y
a falta de un minuto para el cierre de la etapa Millares puso el 1 – 2. En la
última pudo aumentar El Linqueño pero el celeste se salvó.
La primera parte del complemento fue
similar a la etapa anterior, salvo que Estudiantes, en desventaja, salió más
decidido. Arrinconó a El Linqueño pero no lo pudo lastimar. A los 18’ los
bonaerenses volvieron a usufructuar las fallas en las marcas del fondo celeste
y Millares marcó el 1 – 3. Como si el resultado ya no fuese suficiente golpe, a
los 23’ Barbosa sacó un espectacular remate desde 40 metros que se metió entre
el travesaño y la mano de Mancinelli. El 1 a 4 era lapidario y ya no quedaba
otra que ir. El ingreso de Linardi sirvió para fortalecer la marca y a la
ofensiva se fue Estudiantes. Ahí nomás llegó el primer descuento cuando después
de cascotear un par de veces la valla de Portigliatti, Aimar la pudo meter de
cabeza. Morsino, también de cabeza y también luego de mucho intentar puso el 3
– 4 y aunque contó con tiempo y más opciones claras el empate no arribó. El
Linqueño se cerró a defender el resultado. Estudiantes le movió la pelota y en
ese correr el visitante se fue quedando sin piernas y se metió más atrás. Muy difícil
fue ahí meter alguna jugada de gol. Todavía se mastica bronca por la de Morsino
que le quedó muy alta o los cabezazos de Reartes y Zalazar y que decir del
penalazo a Lolo López en el que el arbitro cobró como obstrucción una clara
falta con el brazo.
Perdió Estudiantes en casa un partido que
tranquilamente podría haber ganado. Dio muchas ventajas y el rival las
aprovechó al máximo. Después intentar revertir el resultado se le hizo muy
complicado. En estas etapas definitorias poco tiempo hay para lamentos y se
hace imperioso ya pensar en lo que viene y traer de afuera lo que dejamos ir de
acá.
Síntesis del Partido
Estudiantes (RC) (3): Mancinelli, Puñet,
Reartes, Morsino, Zapico (Linardi), Luna (Mugnaini), Pérez, López (Chiaretta),
Aimar (C), Di Santo, Zalazar. DT: Cristian Domizzi. Suplentes: Peralta, Gomila,
Palacios, Garro.
El Linqueño (L) (4): Portigliatti, Cañón,
Del Bono, Avalos, Navarro, Cruz (D’Antoni), Verón, Barbosa, Valli, Tallarico
(Germi), Millares (Salazar).DT: Sergio Busciglio. Suplentes: De León, Macías,
Ubilla, Perujo.