Este proceso, iniciado en aquel lejano diciembre de 2015, ha puesto el nombre de Estudiantes en lugares impensados. Cada paso de ese continuo anticipó tiempos mejores y generó un consenso colectivo. Se pasó de una rechifla masiva (que siempre consideré injusta) a la movilización a partidos donde se sabía que estaba vedado el ingreso.
El trabajo de Marcelo Vázquez fue una revelación progresiva. Fue mostrando grageas de su personalidad, su forma de ver al fútbol y las trasladó al equipo hasta convertirlo en intenso y competitivo.
Desde la fe y la creencia el grupo de jugadores que conformaron los planteles de Estudiantes hicieron carne los conceptos y reafirmaron su compromiso con la causa. Lo teórico se concretó en la realidad y el triunfo se volvió algo habitual. Ese éxito fue consecuencia del trabajo y lo puede demostrar el hecho de que ayer, a un paso de la Superliga, estuvieron en cancha 6 campeones del Apertura de la Liga del 2017.
En la previa, en una nota sobre la significación histórica de este momento, me preguntaron sobre si estas finales iban a quedar tatuadas, indelebles, en la piel del hincha. No dudé en responder que sí, y que, sin importar el resultado final, ya estar en esta instancia era algo trascendental y marcaría una era: un signo de los tiempos.
Los signos de los tiempos son fenómenos que, por su significación, caracterizan a una época, y a través de los cuales se expresan las necesidades y las aspiraciones de la humanidad. Y este Estudiantes lo hizo, proclamando los deseos y anhelos futbolísticos de una ciudad. Pero también, como lo formula la teología, el signo de los tiempos es trinitario. Llevándolo al plano terrenal, esa comunión necesaria, de la que siempre se habla en el fútbol, entre cuerpo técnico, jugadores y dirigentes. El público agradecido.
Los pensadores dicen que no debería caerse en la utilización “liviana” de esa expresión. Que debe utilizarse sólo para acontecimientos positivos, no negativos, y para hechos que constituyan realmente historia. Entonces, lejos de caer en usos banales, la tomo como propia para caracterizar este momento y digo que este Estudiantes constituye un signo de los tiempos. Porque hizo historia, será eternamente recordado y enriquecerá el bagaje de nuestras vivencias futboleras. ¡Salud Estudiantes!
Síntesis del Partido:
Estudiantes 1 (2): Olivera, Benavídez, Maffini, Ferreyra, Suárez (Padilla),
Cainelli (Comba), Bottino, Beraldi (Ortigoza), Arismendi (Fernández), Sepúlveda
(Ferreira), Hesar. DT: Marcelo Vázquez. Suplentes: Ardente, Vester.
Platense 1 (4): De Olivera, Lluy, Zalazar, Recalde, Infante, Bogado, Lamberti,
Baldasarra (Bochi), Sinisterra (Palacios), Curuchet (Schor), Tissera. DT: Juan
Manuel Llop. Suplentes: Desábato, Iribarren, Marcial.
Goles: Tissera (pt 5’), Hesar (pt 38’).
Arbitro: Néstor Pitana. Estadio Marcelo Bielsa (Rosario).
definición por penales: Lamberti (convertido 1-0), Ortigoza (convertido 1-1), Zalazar
(convertido 2-1), Fernández (desviado 2-1), Recalde (convertido 3-1), Padilla (convertido
3-2), Tissera (convertido 4-2), Benavídez (atajado 4-2)
