Estudiantes se recompuso, venció a Deportivo Morón por 2 a 1 en un partido durísimo y se ubicó nuevamente en el lote del Reducido.
Dos imágenes totalmente opuestas quedaron en la noche del Candini del once de Iván Delfino. Una, en casi toda la primera etapa, la de un equipo apurado, que se deja llevar por urgencias, olvidándose de todo lo que queda por jugar, y por consiguiente cierra mal las jugadas, no cubre bien los espacios y deja crecer al rival. La otra, principalmente en el segundo tiempo, la de un elenco seguro de si mismo, que conoce las variantes que tiene, sabe en que momento del partido usar sus mejores armas y se lleva por delante al que tiene enfrente.
Como van a ser cada uno de estos últimos partidos que debe enfrentar Estudiantes, el encuentro con Deportivo Morón se jugó como una final. Quizás por la idea de defender la localía, el celeste buscó imponer su juego desde el arranque. El gallito también salió a atacar y la parte inicial mostraba un partido abierto. Buscando aprovechar los espacios que aparecían, Estudiantes, en el intento de imponer su dinámica, terminaba haciendo todo apurado y caía en imprecisiones, más aún cuando Morón se encontraba con el gol y se ponía adelante en el marcador. Minuto 26, salida veloz y Ramos que queda solo frente a Petroli y convierte el 1 a 0.
El entretiempo quizás fue lo mejor que le pasó a Estudiantes. Porque de la manera en que salió a jugar el segundo tiempo, seguramente sirvió para poner en frío las ideas y encauzar el temperamento.
Todo el complemento fue un monólogo celeste. Por derecha, izquierda o el centro, atacó sin pausa a un Morón, que entre el asedio y sus pocas ganas de jugar, no podía cruzar la mitad de la cancha. Cuando Galván no se dedicaba a hacer tiempo era el culpable de ahogar el grito de gol celeste. Sin embargo no pudo ante un remate de Arturia, desde afuera del área, que pasó entre todas las piernas que poblaban el área visitante y se transformó en el 1 a 1, cuando se jugaban 25 minutos del complemento.
Con el empate en el bolsillo, caía de maduro que la victoria llegaba en cuaquier momento. Y esto pasó en el minuto 35, cuando Ejarque por fin tomó la decisión de que una infracción en el área implica cobrar penal, Silba ejecutó la pena máxima y con algo de suspenso puso el definitivo 2 a 1.
Tarde, como suele suceder, Morón se daba cuenta de todo lo que perdía, sin embargo, Estudiantes también estaba firme en la marca y no lo dejó reaccionar. Había trabajado mucho para quedarse con los tres puntos y no los iba a dejar escapar.
Síntesis del Partido
Estudiantes (2): Petroli, Flores, Maffini, Castet, Cainelli (Leyes), Romero, Talpone, Valiente (Reynaga), Silba, Bajamich. DT: Iván Delfino. Suplentes: Bigo, Zurbriggen, López, Fenoglio, Villalba, Belluschi, Correa.
Deportivo Morón (1): Galván, Calderón, N. Coronel, Gómez, Henry, Berterame, Ubeda, orosco (Sala), S. Coronel (Kubiszyn), García (Cáceres), Ramos (expulsado st 20'). DT: Fabiaán Nardozza. Suplentes: Rojas, Ferreira, Ulibarri, Leiva, Salega, Ledesma.
Goles: Ramos (pt 26'), Arturia (st 25'), Silba (st 35' penal).
Arbitro: Emanuel Ejarque. Estadio Antonio Candini.
