martes, 17 de mayo de 2011

Tras las huellas de Franco Costanzo


Nota realizada por un diario Suizo a Rubén Ferrari para contar los inicios de Franco Costanzo en el fútbol.

En Río Cuarto en Argentina fuimos el domingo tras la búsqueda de las raíces del arquero del FC Basel Franco Costanzo. Ya ganó cuatro títulos en el período en que estuvo en el FC Basel. Pero, ¿de dónde proviene el tranquilo arquero?

Su entrenador de las categorías inferiores Rubén Ferrari nos revela detalles interesantes de su juventud.

Por Leif Simonsen desde Río Cuarto.

Franco Costanzo (29) hubiese sido solamente un jugador de fútbol amateur, si Hugo Mattea no hubiese sido testigo casual de sus atajadas en el pequeño patio de su escuela en Río Cuarto (Arg). Lo que a él lo impresionó fue este arquero, por ese entonces de 13 años de edad. El entrenador de las categorías inferiores se interesó aún más, cuando supo que el talentoso joven había colgado sus botines (abandonado la actividad). El pequeño Franco no se había sentido a gusto en su primer club, Renato Cesarini. Gracias a que Mattea lo convenció, el joven le dio una nueva chance al fútbol. Puso una condición en sus primeras tratativas del contrato: sus amigos también debían tener su lugar en el nuevo club.
Los próximos tres años Costanzo los pasó en el club más grande de la ciudad de 140.000 habitantes de la provincia de Córdoba. En Estudiantes Costanzo fue dirigido por Rubén Ferrari, actualmente de 49 años. Él mismo fue una leyenda como arquero en Río Cuarto. Cuando Ferrari se ubica hoy en la tribuna de Estudiantes y mira en dirección al arco de fútbol, viene a su memoria el partido en el cual Costanzo, puso su talento a prueba: Este es el lugar, en el cual Franco hizo caer en la desesperación a cada uno de sus contrincantes, nos decía Ferrari. Se acuerda en especial de un partido: “Jugábamos contra nuestros archirrivales y estábamos perdiendo. Franco mandó a todos los compañeros al ataque y mantuvo la defensa sólida. De a cuatro o cinco corrían los contrincantes a nuestro arco. Siempre sin éxito. El partido terminó empatado.” Ya desde el primer entrenamiento estuvo claro para Ferrari, que Costanzo iba a hacer una gran carrera. “Franco tenía reflejos como ningún otro, era muy ágil y tenía piernas musculosas. Causa de ello fue seguramente también, que fue uno de los primeros en la ciudad en poseer una BMX. Pero Costanzo no aparecía sólo como un gran talento en la cancha. También en el vestuario era una personalidad especial. Él no era tan conversador como otros. Pero cuando hablaba se producía un repentino silencio”, recuerda Ferrari. A pesar de su carisma, ya desde niño nunca sintió la necesidad de ser el centro de atención. Tampoco parecía interesarle demasiado la temprana preferencia que tenían con él las chicas. Su foco se dirigió muy tempranamente hacia una carrera profesional. Luego de estar 3 años bajo el amparo de Ferrari, Costanzo dejó Río Cuarto. Siguió el llamado de River Plate en la capital, Buenos Aires: junto con Boca Juniors el club más grande del país.
Pero no le dio totalmente la espalda a Río Cuarto y a Ferrari. Hasta que se trasladó al Alavés de España y más tarde al FC Basel, mantuvo un estrecho contacto con sus primeros promotores. “Cuando todavía jugaba para las inferiores de River Plate, venía regularmente a mis entrenamientos. Estamos hablando de un recorrido hacia el entrenamiento de más de 600 kilómetros, aún hoy Ferrari se muestra impresionado. Aún hoy, 14 años después, Ferrari piensa en el trabajo conjunto con Costanzo. Él mismo es entretanto entrenador de arqueros, junto con Hugo Mattea, que es el entrenador en jefe de la primera de Estudiantes, equipo que participa actualmente en la tercera liga argentina más importante. Que alguna vez se cerrara el círculo, sería un sueño para Ferrari: “Sería fantástico, si en algún momento Franco terminara su carrera aquí con nosotros.”