En las últimas ediciones de Imperio Celeste siempre nos realizabamos la misma pregunta ¿cuándo vuelve Diego López?. Cada semana una respuesta distinta: que arregló, que no, que si, y la última la dio Germán este lunes: Diego no juega en la local. Y es una noticia que duele. No sólo por el afecto personal que le tengo sino también porque Estudiantes pierde a un gran jugador y a una gran persona. No se realmente los motivos de la decisión pero los imagino y todos me llevan a lo mismo: ¿alguna vez valoraremos a nuestros jugadores?. Hace poco tiempo un periodista manifestó "hace más de 15 años que Estudiantes no saca un central de sus inferiores" en alusión a que el último baluarte había sido Luis Carranza. Yo me permití responderle "debe hacer mucho tiempo que no va a la cancha de Estudiantes porque no conoce a Diego López". Muchos zagueros trajeron de afuera en estos años pero ninguno lo superó. Sabe jugar de líbero, puede ser stopper, tiene presencia y cabecea bien en las dos áreas, qué más se puede pedir. El último recuerdo que tengo de él son sus lágrimas y el abrazo en la estación de servicio saliendo de Sunchales, siente la camiseta y valora lo que hace el hincha. Podría escribir mucho más acerca de él pero sólo expreso el ruego: volvé gordo, ya te estamos extrañando.
