domingo, 28 de octubre de 2007

DOMINGO SIN FÚTBOL

Domingo muerto, domingo triste, domingo de duelo, domingo sin sol... Domingo en el cual la city se quedó dormida después del almuerzo, con el cigarrillo entre los dientes, sin más deseo que el de llegar al Lunes, ya que le faltaba a la tarde su motivo principal, su color de domingo, su sabor de fiesta, su olor a garufa, su fútbol, rudo, fuerte, emotivo, vibrante, barullento, porteño hasta la médula, criollo hasta la entraña...
- ¿Y, que vashacer ahura que te han cerrao las canchas, viejo? (Le preguntó la doña a su patrón, después de terminados los tallarines clásicos)
- Y, qué querés que haga, si al faltarme el fútbol, me falta el domingo entero!
- ¿Me yevás al cine, entonces?
- Piantá e’ la luz!... Andate vos si tenés gana... Yo me quedo...
- ¿Y qué es lo que vashacer, solito tu alma?
- ¿Lo que viá hacer. Y bueno, a falta e’ cosa mejor, viá lerme las crónicas del domingo pasao, p’hacerme la ilusión de que entuavía s’estamos en día Lunes!
Y el hincha sin fútbol, el porteño sin su plato fuerte, se quedó en su casa, tirado en la catrera, panza arriba, fumándose, uno tras otro, varios atados de fasos, ensoñando que estaba en los tablones y que le veía hacer al crack de su cuadro el gol de la victoria.

Last Reason.

De la sección “inflando el cuero”, publicado en el diario El Pueblo, 1935