lunes, 22 de marzo de 2010

MI GARRA SERÁ MORTAL






Estudiantes 1 Alumni 0
Era una final. Por más que queden varios partidos era mucho lo que estaba en juego. Era a todo o nada, sin grises ni medios tonos, un empate hubiera servido de poco. Estudiantes de arranque entendió cómo era el partido aunque la tarea a desarrollar no era sencilla. En una misma mano debía imponerse a Alumni y desterrar los fantasmas de los últimos partidos. Y lo logró. Sin brillos ni firuletes prevaleció la actitud. Estudiantes metió garra, fue un culto al sacrificio, multiplicó camisetas y piernas, tuvo coraje y presencia. Esa fue la diferencia, ante un tímido e inexpresivo Alumni y sirvió para llevarse el partido.
A los 14’ llegaron buenas noticias: pelota cruzada de Chiaretta al área, Gatto que va con Díaz y el capitán de Alumni que en la desesperación por despejar la mete en su arco. 1 a 0, en un momento del partido en el que pasaba poco y las emociones escaseaban. Lo que vino después, en medio de una posible reacción de Alumni que nunca se cristalizó, fueron malas noticias. A los 19’ foul de Acosta a Strada y roja para el lateral celeste, al mismo momento en que Mauro Búffali pedía el cambio al resentirse de su desgarro. Con uno menos, Estudiantes se aferró a la ventaja y rearmó sus líneas. Maxi Gómez ingresó por Mauro y se paró como volante derecho, Pérez Araya pasó de volante central y Rulo Pérez bajó a la zaga. Desde ahí hasta el final el trámite sería una constante. Alumni con la pelota y sin saber que hacer, ante un Estudiantes sólido en defensa, con un gran orden táctico y dispuesto a correr toda la cancha para que no quedaran huecos. Las distintas circunstancias que pararon de a ratos el partido (discusiones en los bancos, el rollito que le cayó al asistente y otras más) sirvieron para darle un condimento más ante la ausencia de fútbol y remarcar el rótulo de “final” que tenía el partido.
El complemento fue similar. Alumni seguía deambulando en la intrascendencia ante un Estudiantes que hacía honra a la entrega y se consagraba al despliegue. Con Mancinelli poniendo las manos y el cuerpo para convertirse en muralla, una línea defensiva que marcó hasta terminar extenuada, Pérez Araya rueda de auxilio en todo sector, Chiaretta y Gatto peleando al fondo en desventaja y Aimar llevando el estandarte de la conducción, Estudiantes cimentó el triunfo ante un Alumni que cayó en el pozo de su propia ineficiencia.
El análisis estético hoy quedará de lado. Faltó fútbol, sí, es cierto; no se jugó tan bien, correcto tiene razón; pero hoy lo único que importaba era ganar. Era una final y el león sacó las garras y la ganó con actitud.
Síntesis del Partido
Estudiantes (RC) (1):
Mancinelli (C), Acosta (expulsado pt 19’), Reartes (Bottino), Morsino (Zapico), A. Rodríguez, Pérez Araya, Pérez, Chiaretta, A. Aimar, Búffali (M. Gómez), Gatto. DT: Hugo Mattea. Suplentes: Morán, Mugnaini, N. Rodríguez, Zalazar.
Alumni (VM) (0): Ronco, Yocca, Góngora, Montenegro, A. Díaz (C) (Bueno), M. Bolatti, Damiani (Carrasco), J. Aimar, Strada (Marecos), Herrera, Vázquez. DT: Carlos Ranalli. Suplentes: Escobar, Facundo Depetris, Peñaloza, Federico Depetris.
Gol: pt 14’ A. Díaz (en contra).
Arbitro: Sebastián Mastrángelo (Venado Tuerto). Estadio Ciudad de Río Cuarto.